Nuestra historia
El Club Juventud Alcalá fue el primer club de baloncesto de Alcalá de Henares, aunque son múltiples los nombres que acompañan la historia de nuestro Club: Complutense, Iplacea, Cajamadrid, Juventud Alcalá, Baloncesto Alcalá, Hercesa... y ahora, desde 2013, otra vez Juventud Alcalá.
Todos estos nombres forman parte de la misma historia. Y dentro de ésta, con momentos de luces y sombras, aparecen nombres de jugadores destacados como Brabender, Orenga, José Luis y Toñín Llorente, Knego, Robinson o de grandes técnicos como Tomás González o el malogrado Tirso Lorente. Pues no olvidemos, que el actual Juventud Alcalá es el mismo club que, bajo el nombre de Cajamadrid, tuteó a los grandes del baloncesto nacional en los ochenta. Ahora, como sucede con muchos otros, la prioridad es seguir adelante.
Nuestro origen se remonta a los años setenta bajo el nombre del Club Complutense, que después pasó a denominarse Club Deportivo Iplacea. Pero el club se dio a conocer en toda España a principios de los ochenta, cuando Cajamadrid desembarcó en el mundo del baloncesto y estableció su equipo en Alcalá de Henares. En esta etapa, nuestro club tenía dos vertientes: el Cajamadrid, enfocado a la élite y al descubrimiento y formación de talentos, y el Iplacea, que mantenía su papel social.
El primer equipo senior del Cajamadrid, en la temporada 1982-83 ascendió a la máxima categoría del baloncesto nacional. En su estreno, que también fue el de la recién creada ACB, alcanzó su máxima clasificación histórica, un quinto puesto, tuteando a los grandes, como el Real Madrid y el Barcelona. Tomás González era el entrenador de una plantilla en la que estaban, entre otros, el gran veterano Wayne Brabender en sus últimos años en activo; Jose Manuel Beirán, el también exmadridista José Luis Llorente y su hermano Toñín, y promesas como un jovencísimo Juan Antonio Orenga, formado en este Club antes de marcharse al Estudiantes. En las siguientes dos temporadas llegaron Javi García Coll o el internacional yugoslavo Andro Knego (campeón olímpico en Moscú 80).
El equipo jugó en el pequeño pabellón de El Val hasta la construcción en 1987 del Ruiz de Velasco, después conocido como pabellón Cajamadrid y actualmente llamado Fundación Montemadrid, un impresionante recinto con capacidad para 4.500 espectadores, donde, tras descender, disputó sus partidos en Primera B entrenado por Tirso Lorente.
En esos años se desarrolló una cantera en la que se formaron algunos de los mayores talentos baloncestísticos de la Comunidad de Madrid. Destacaban José Luis Llorente o nuestro base, José Antonio Pérez Suárez, segundo en una convocatoria de la selección española de su categoría. Con la llegada de Cajamadrid creció la importancia del Club y era habitual que muchos jugadores de Madrid (de San Viator o San Agustín) vinieran a jugar a nuestro equipo, especialmente en las categorías junior y cadete. Al frente de esa estructura estaba Eduardo Sanz, Dudi, entrenador del San Viator. "Fue el precursor en esa gestión de traer jugadores de Madrid. Venían todas las tardes del San Viator o el San Agustín, entre otros colegios. Cogían el autobús en Avenida de América, entrenaban o jugaban en los equipos de base y luego se volvían a ir".
Pronto llegaron los éxitos en los Campeonatos de España junior o juvenil. El club solo estuvo tres temporadas en la ACB, pero en categorías de formación tuteó a los grandes durante casi toda la década de los ochenta. Cajamadrid solo cubría baloncesto masculino, mientras que el Iplacea, que era la cantera local, tenía chicos y chicas."
En 1991, Cajamadrid abandonó el baloncesto y el club comenzó una nueva etapa bajo el nombre de Juventud Alcalá. Sin el respaldo de un patrocinador fuerte, empezó a alejarse de la élite. Todavía salían promesas, como Juan Antonio Paraíso, que se fue al Barcelona, y aún hubo tiempo de ver a una última estrella, ya que, en 1992, el exmadridista Wayne Robinson jugó unos meses en el Juventud Alcalá antes de su retirada definitiva. Después el club, que tenía también secciones de balonmano y de ciclismo, abandonó incluso el pabellón y volvió a El Juncal.
En 1997, hubo un nuevo cambio de directiva y de nombre. El club se convirtió en Baloncesto Alcalá. En ese momento había 12 equipos, y se fue creciendo progresivamente hasta tener 22 hacia 2001 o 2002, destacando un Liga Femenina y un EBA que ascendió a LEB. Al margen de los años de ACB, fue uno de los mejores momentos. Tener equipos de cierto nivel atraía a los jugadores y en el Club tuvimos gente como Paco Martín, Rubén Arizmendi o José María Balmón.
Además, en estos años se fragua una de las mayores señas de identidad de nuestro Club, pues con el apoyo de la Obra Social de Cajamadrid, se inició una importante vertiente del club: el baloncesto en silla de ruedas y la escuela para personas con discapacidad intelectual, cuyo equipo ha acudido incluso a diferentes Campeonatos de España.
En 2002 con la llegada de la inmobiliaria Hercesa como patrocinador principal entramos en una nueva etapa. Pese a la inyección económica, la incorporación de una sección de rugby y proyectos como la creación de una Ciudad Deportiva, a partir de 2002, empezó un lento declive tanto del Club como del número de equipos: de 22 a 20, a 18... El remate final lo puso la situación de crisis económica que ya en 2009 agudizó los recortes que se habían venido produciendo e impidió sacar equipos en las categorías más altas, aunque se mantuvo el trabajo de cantera. En el verano de 2013, Hercesa, tocada por la crisis, abandonó el patrocinio del Club y deja este en manos de los apenas 50 socios que formaban parte del Club en esas fechas.
Así da comienzo la etapa más reciente del Club. Una nueva etapa caracterizada por la transición de un modelo profesional a un modelo de participación de padres y madres en la que el baloncesto de base volvía a ser la prioridad. Para ello, segregamos la sección de Rugby y recuperamos nuestras señas de identidad y nuestra denominación como Club Juventud Alcalá.